Articulo de opinión

Es normal perderse en una música incitante. Es normal responder al estímulo de una música armoniosa. Es normal recordar experiencias de vida a través de una música específica, así como es normal buscar en la música un refugio. La música,encierra un ambiente y lo protege. La música como un vestido nos cubre, como un remedio nos cura, al igual que no muestra una clara reflexión de nuestra personalidad: si usted es amante del blues o del jazz probablemente será una persona lista, imaginativa, tolerante y liberal, además de abierta a nuevas experiencias. Los consumidores de heavy metal coinciden en su elevada inteligencia, pero son además especialmente curiosos, atléticos y habituales "cabecillas" sociales. Extroversión, locuacidad, energía y una elevada autoestima son los rasgos que predominan entre los fans del hip-hop y el funky. Y quienes escuchan las canciones de la popular Madonna, o la banda sonora de Bailando con Lobos, suelen ser sujetos conservadores, adinerados, felices, agradables y, con frecuencia, emocionalmente inestables.

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